14 de marzo de 2008

Coca-Cola, un mundo negro...

John Stich Pemberton, un respetado farmacéutico, nacido en Atlanta fue el inventor de la Coca-Cola, empezó a trabajar en la fórmula a los 54 años de edad, basándose en el éxito del famoso Vino Mariani, una bebida alcohólica revigorizante a base de vino y hojas de coca maceradas, formulada en 1863 por el químico italiano Angelo Mariani.

John, nacido en 8 de julio de 1831 y fallecido el 16 de agosto de 1888, fue hijo de James Clifford Pemberton y Martha L. Worsham Gent. La familia se movió a Roma y luego a Georgia, y John acudió a la Escuela de Medicina Macon, recibiendo su grado en Farmacia a los 19 años. Rechazó medallas médicas popularizadas por Benjamín Rush, al que intentó salvar de su enfermedad mediante la flebotabia.

Era un hombre de gran creatividad, al igual que otros farmacéuticos y creó sus propias recetas secretas para curar a unos clientes enfermos. Después de innumerables intentos, en 1880 crea un jarabe color caramelo que al mezclarse con agua y hielo, adquiría un sabor único. Así debutó “el Vino Coca Pemberton”, una bebida exclusiva de la fuente de soda de la farmacia Jacobs.

Sólo tres personas en el mundo saben cuál es la fórmula exacta de la bebida, los dos componentes básicos de la bebida son notorios: el extracto de la nuez del árbol llamado cola, y el té que se obtiene de las hojas de la coca. De ahí su nombre: Coca-Cola. El sabor se complementa con otras sustancias vegetales, un poco de cafeína y azúcares. Como la bebida era también medicinal, el jarabe contenía una cantidad insignificante de cocaína (alrededor de una parte en 50 millones).


En la Segunda Guerra Mundial, en el juicio de Nuremberg, en Alemania, la botella en forma de maní truncado era el símbolo de la intocable felicidad norteamericana. El imperio está más próspero que nunca, como afirmó Bill Clinton, pero aquí y allá aparecen fisuras, grietas de agua y agujas de hielo que caen sobre la gente y la hacen llorar.

Creada por un empresario de origen tunecino, la Mecca Cola se ha convertido en la bebida contra Coca-Cola y el imperialismo de EEUU. Su creador, Tawfik Mathlouthi, que ya ha vendido 16 millones de botellas, anuncia en crónica más boicot anti yanqui con locales Mecca Burger y Hallal Fried Chicken. Y así, con el tiempo, nació Mecca Cola, una bebida ya hoy cargada de futuro. Desde que la primera botella llegó al mercado parisino -en noviembre de 2002, con el provocador eslogan en su etiqueta de «No bebas a lo tonto, bebe comprometido»-, la creación del astuto empresario francés de origen tunecino no ha parado de cruzar fronteras. Pese a no contar con embotelladora propia, Tawfik Mathlouthi ha logrado vender en estos pocos meses más de 16 millones de botellas, y espera cerrar el 2003 con 500 millones de unidades vendidas. La insurrección desbordó enseguida los suburbios parisinos poblados en su mayoría por inmigrantes árabes y empezó a alcanzar ciudades y países que demandaban la nueva bebida: Lyon, Lille, Marsella, Estrasburgo, Marruecos, Alemania, Bélgica, Suiza...

Mecca Cola se ha convertido en la bebida musulmana contra el imperialismo estadounidense y sus símbolos (léase, claro está, Coca-Cola). Desde su mismo nacimiento, el refresco llevaba en sus etiquetas toda una declaración de intenciones: un 10% de los ingresos irá destinado a los niños palestinos y otro tanto a obras de caridad en Europa. Pero sus objetivos no se agotan en la causa Palestina.


En el aspecto histórico, llegamos a la conclusión, del cambio se ha experimentado tanto en la composición de la bebida, como en el material usado para embotellarla, que ha llegado a ser icono del diseño para otras marcas y bebidas.
Su implicación en hechos históricos importantes ha sido crucial, desarrollando un gran papel, que ha dejado marcado el nombre de Coca-Cola en la historia.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Los juicios de Nuremberg en Vietnam?????????

Anónimo dijo...

vietnam? pone alemania